Varios inversores en XRP se han presentado ante un tribunal de Rhode Island, buscando cambiar el curso del caso de la Comisión de Bolsa y Valores contra Ripple.
En respuesta a lo que llama “la medida de ejecución de la SEC más importante en la historia moderna”, la solicitud del 1 de enero es una petición de un “mandato judicial”. El mandamus es efectivamente solo una orden para que un funcionario público, en este caso el presidente de la SEC, haga su trabajo. Los declarantes están pidiendo al nuevo presidente, Elad Roisman, que altere el curso que su predecesor, Jay Clayton, estableció al comenzar la aplicación de la ley contra Ripple justo antes de su partida.
Los peticionarios argumentan que la acción de la SEC opera en desafío a su mandato legal de proteger a los inversores:
“En lugar de proteger a los inversores y compartir información para ayudar a los inversores a tomar decisiones informadas, como lo requiere la declaración de misión, el Demandado causó, a sabiendas e intencionalmente, pérdidas multimillonarias a inversores inocentes que compraron, intercambiaron, recibieron y/o adquirieron el activo digital XRP, incluidos los peticionarios nombrados y todos los demás en situación similar”.
Curiosamente, los inversores de XRP han presentado su caso en Rhode Island, mientras que el caso de Ripple está ocurriendo en el Distrito Sur de Nueva York.
La SEC inicialmente presentó su caso contra Ripple el 22 de diciembre, luego de muchos meses de investigación sobre la venta de XRP de Ripple, que comenzó en 2013. La petición de los inversores discrepa con el plazo de la SEC para presentar esta acción y además busca establecer un contraste entre el XRP de Ripple y la propiedad de los inversores:
“No solo es legalmente incorrecto e intelectualmente deshonesto, sino que es absurdo declarar como valor al XRP en poder de miles de inversores inocentes, que no tienen absolutamente ninguna conexión con Ripple o sus ejecutivos”.
El uso de un apóstrofe en lugar de una coma, aunque accidental, es a su manera revelador.
El objetivo final de la petición es lograr que el tribunal ordene a la SEC “enmendar su queja contra Ripple para excluir la afirmación de que los XPR propiedad de los peticionarios constituyen valores”. Tal cambio, aunque no ayuda a Ripple, en teoría permitiría a los inversores volver a negociar sus tenencias libremente. Cualquiera que posea alguno de los suministros circulantes de XRP sabe que la definición de la SEC ha arruinado sus resultados.
El valor de XRP se ha derrumbado desde que la SEC comenzó su aplicación. Muchos exchanges han anunciado que suspenden o eliminan de la lista a XRP, lo que ha provocado una crisis de liquidez para los tenedores. Esto es a pesar de las garantías del fundador de Ripple, Brad Garlinghouse, de que el token estaría bien en caso de tal acción.
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